Una trayectoria consagrada en el folklore. Soledad Pastorutti es una de las figuras indiscutibles del folklore argentino, representando su pasado, presente y futuro. Su trayectoria ha sido una de las más destacadas del género, manteniendo sus raíces intactas y fiel a su pueblo natal, Arequito. En una reciente entrevista a El Planeta Urbano, la cantante compartió reflexiones sobre su carrera y desmitificó uno de los grandes mitos que circularon en los 90.
La energía disruptiva de una joven artista
Desde sus primeros años en la música, Soledad se destacó por una propuesta única. «Siempre hice lo que me gustó, pero en aquel momento, por edad y por frescura, también fui disruptiva. Nadie esperaba que una chica de 15 años vestida de gaucho cantara folklore con la energía del rock», relató Pastorutti. Aquella época marcó su camino: «Los que vivíamos en pueblos, si queríamos escuchar un CD, teníamos que encargarlo y esperar 20 días a que llegara», rememoró.
El nexo entre el interior y las grandes ciudades
La Sole reveló que su fenomenal ascenso fue más allá de lo musical: «De la noche a la mañana me convertí en un fenómeno que fue más allá de lo musical, porque generé un nexo entre los que vivimos en el interior y los que están en las grandes ciudades». Para ella, el éxito es el resultado de sentirse valorada y rodeada de gente que te quiere, no solo de la fama o el dinero.
La importancia de ser fiel a uno mismo
Soledad también reflexionó sobre el mito de que para hacer carrera musical en Argentina era necesario mudarse a Miami: «Había un mito en los 90 de que había que vivir en Miami para hacer carrera. A lo mejor era una gran puerta, pero yo antes que nada necesito ser feliz y estar cómoda porque eso después se traduce en la música».
Contrario a esa idea, Pastorutti enfatizó: «No es que vivo ahí como forma de resistencia. Les digo a los más jóvenes que si tienen la oportunidad de viajar, que aprovechen, pero eso no hace que uno desprecie su lugar. Argentina tiene una capacidad y un potencial increíble, a pesar de los problemas de la educación últimosímos. Tenemos que aprovechar todo eso».
Un mensaje de orgullo y esperanza
Con palabras sinceras, Soledad cerró su reflexión recordando la importancia de valorar las oportunidades y el esfuerzo: «En la Argentina tenemos una valoración de las cosas que hay que cambiar. No hay que pensar que si te fuiste sos un traidor y si te quedaste sos recontra argentino. Tenemos un país maravilloso, con oportunidades increíbles y gente inteligente que el mundo valora mucho».