En una subasta que atrajo la atención de toda la provincia, el gobierno de Santa Fe logró finalmente vender la propiedad ubicada en Funes, que había sido decomisada en el marco de investigaciones contra el narcotráfico. Este miércoles se llevó a cabo el segundo remate de bienes decomisados al delito de 2024, que incluyó autos, motos, joyas e inmuebles. La casa de Funes fue vendida por 91 millones de pesos, consolidándose como uno de los bienes más destacados del evento.
Una subasta que logró resultados después de varios intentos
La propiedad en cuestión está ubicada sobre la calle Miramar, entre Mar del Plata y Punta del Este, en Funes. Este inmueble había sido incautado en el marco de la Causa Alvarado, un caso relevante de lucha contra el crimen organizado en la región. Luego de varios intentos de remate infructuosos que incluso llevaron a considerar destinar la casa a un fin público, finalmente se consiguió un comprador en esta segunda subasta de bienes del 2024.
El inmueble de Funes no fue el único bien en venta; también se subastó otra propiedad en Roldán, ubicada en el barrio Tierra de Sueños 1, que se vendió por 51 millones de pesos. A pesar de la diferencia de precios, ambas ventas representan un éxito para el gobierno provincial, que ha implementado políticas innovadoras para asegurar la transparencia y confianza en estas transacciones.
Bienes recuperados al delito: impacto en la comunidad y en la política provincial
El remate también incluyó la venta de 41 vehículos, entre ellos dos BMW X6 y un Golf GTI, además de una lancha, y tres lotes de joyas. En total, la subasta recaudó más de 700 millones de pesos, que serán destinados a resarcir a las víctimas de delitos, realizar donaciones a instituciones, y financiar políticas de seguridad y la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD).
Durante la apertura del evento, el gobernador Maximiliano Pullaro subrayó el mensaje que esta subasta envía al crimen organizado: “En Santa Fe no solo se persigue a los delincuentes y se los encarcela para desestructurar las organizaciones criminales, también vamos por sus bienes. Una organización criminal que tiene recursos puede pagar a los mejores profesionales para intentar zafar de la cárcel y tiene la capacidad de seguir intentando manejar la calle. Con lo cual, no alcanza solamente con una pena privativa de la libertad, sino que lo que hacemos es ir por los bienes para desestructurar su poder económico”.
El secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, destacó el valor de estas subastas más allá de lo económico: “Es parte de una política pública que implica resarcir a las víctimas de delitos y, con donaciones y afectaciones, a escuelas, clubes de barrio, vecinales”.
Seguridad y confianza en los nuevos propietarios
Una de las claves del éxito de esta subasta fue la implementación de medidas para garantizar la seguridad jurídica y confianza en los nuevos propietarios. A través de la APRAD, se procedió al bloqueo del dominio de los vehículos subastados, cambiando las patentes para anular cualquier vinculación con sus anteriores dueños. Lo mismo se aplicó a los inmuebles, que recibieron una nueva matrícula en el Registro de la Propiedad Inmueble, bloqueando cualquier información sobre los antiguos propietarios.
