Juan Ruocco (Buenos Aires, 1987) es escritor, periodista y estudió filosofía. En su nuevo libro ¿La democracia en peligro?, publicado por Paidós, se pregunta cómo los memes —esos ítems digitales que parecían puro chiste— se metieron en el centro del debate público. A través de entrevistas, ejemplos y análisis, Ruocco indaga en los discursos marginales de internet que encontraron una vía de expansión en la cultura memética y, desde allí, en la política.
Los memes ya no son solo humor
Ruocco define al meme como un artefacto cultural con capacidad de contagio, como si fuera un virus digital. Su estructura simple y su fuerza simbólica le permiten transmitir ideas complejas, incluso ideologías. La viralización no solo responde al humor: también hay memes conspirativos, antiderechos y reaccionarios. Según el autor, ya no se trata de un fenómeno de nicho, sino de una forma de comunicación masiva que influye en elecciones, discursos públicos y nuevos liderazgos.
De los márgenes a la política central
Foros como 4chan fueron semillero de estos memes cargados de ideología, que pasaron de la cultura subterránea a ser instrumentos de comunicación de líderes como Donald Trump o Elon Musk. En Argentina, Ruocco observa cómo estas estéticas y lógicas se manifestaron en el fenómeno Milei, que capitalizó el desencanto antiprogresista desde plataformas digitales. «La cultura postirónica —señala— permite que ciertas ideas circulen en modo parodia hasta que se vuelven creíbles».
Memes, democracia e ideas peligrosas
Los memes son capaces de simplificar y amplificar narrativas complejas. Desde el terraplanismo hasta teorías como el «gran reemplazo», los ejemplos abundan. Para Ruocco, la clave está en entender que no son responsables por sí solos, pero sí son vectores potentes de circulación. Su impacto depende, en parte, de nuestra voluntad de profundizar más allá del chiste. «Internet no inventó el autoritarismo, pero lo potenció como nunca», advierte el autor.