Un ícono de la música y el cine. El cantautor y actor Kris Kristofferson falleció a los 88 años en su hogar de Maui, Hawái, rodeado de su familia. Conocido por sus letras profundas y conmovedoras, Kristofferson dejó una marca imborrable en la música country y el cine de Hollywood. La portavoz de la familia confirmó la noticia, aunque no se dio a conocer la causa de su muerte.
Un legado musical inolvidable
Nacido en Brownsville, Texas, Kristofferson fue un compositor prolífico. Entre sus mayores éxitos se encuentran clásicos como «Me and Bobby McGee», «Sunday Mornin’ Comin’ Down», y «Help Me Make it Through the Night». A pesar de haber grabado muchas de sus propias canciones, algunas de ellas alcanzaron mayor popularidad en voces como la de Ray Price y Janis Joplin.
Influenciado por Bob Dylan, y parte de una nueva generación de compositores de música country junto a Willie Nelson y John Prine, Kristofferson aportó una perspectiva única, entrelazando la soledad y el romanticismo tierno en sus canciones.
La transición a la gran pantalla
Como actor, Kristofferson tuvo un gran impacto en el cine, destacándose en películas como «Pat Garrett y Billy the Kid» y A Star Is Born (1976), por la cual ganó un Globo de Oro. Compartió pantalla con grandes figuras como Barbara Streisand y Ellen Burstyn, aunque siempre mantuvo su inclinación por los westerns y dramas de vaqueros.

Un hombre multifacético
Antes de dedicarse a la música y el cine, Kristofferson fue boxeador, jugador de fútbol americano y piloto del ejército. Con un máster en literatura por la Universidad de Oxford, rechazó una oferta de profesor en West Point para seguir su verdadera pasión: la música.
Trabajando como conserje en los estudios de Columbia Records en Nashville, Kristofferson comenzó a construir su carrera como compositor, hasta que el destino lo llevó a conectar con Johnny Cash, quien lo ayudó a impulsar su carrera.
«Me and Bobby McGee»: un himno atemporal
Uno de sus temas más icónicos, «Me and Bobby McGee», fue escrito a sugerencia de Fred Foster, fundador de Monument Records. Aunque inicialmente el tema estaba inspirado en una secretaria llamada Bobby McKee, Janis Joplin transformó la canción al hacer de Bobby un hombre. Su grabación se convirtió en un éxito póstumo tras su fallecimiento.