El gobierno de España condenó este domingo las declaraciones del presidente argentino Javier Milei, quien durante su participación en el evento de partidos de derecha «Europa Viva 24», organizado por Vox en Madrid, calificó de «corrupta» a Begoña Gómez, esposa del presidente español Pedro Sánchez. En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció en una conferencia de prensa que la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, será llamada a consultas y exigió disculpas públicas de Milei.
«Estas declaraciones exceden cualquier cuestión política y no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales entre dos pueblos tan unidos por lazos de hermandad», afirmó Albares. «Se lo recibió de buena fe para un acto de la ultraderecha, se lo trató con respeto y se pusieron a disposición recursos públicos necesarios para su estancia. A esto respondió con un ataque frontal a nuestra democracia, nuestras instituciones y a España».
Durante su discurso en «Europa Viva 24», Milei criticó duramente el socialismo y las élites globales, señalando: «Las élites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede llegar a ser implementar las ideas del socialismo… aun cuando tenga a la mujer corrupta, se ensucia, y se tome cinco días para pensarlo».
El líder de La Libertad Avanza también llamó a la unidad de los conservadores europeos para enfrentar al «socialismo» y prometió predicar con el ejemplo: «Voy a mostrarle al mundo que un gobierno con nuestras ideas puede tener éxito». Describió a la Argentina como un país «infectado de socialismo hace décadas» y se comprometió a revelar sus efectos siniestros.
El evento, convocado por el partido español Vox de cara a las elecciones europeas del 9 de junio, contó con la participación de su líder, Santiago Abascal, quien describió a Milei como «nuestra estrella rutilante».
Este viaje marcó la primera visita de Javier Milei a España desde que asumió la presidencia argentina en diciembre. Durante su estancia, no se reunió con ningún miembro del gobierno español ni fue recibido por el rey Felipe VI.