La Fiesta de las Colectividades cerró su edición número 40 con récord de días consecutivos, una masiva convocatoria y sin interrupciones por lluvia, según destacaron los organizadores.
Un cierre sin precedentes
Este año, el evento más popular de Rosario se extendió un día más gracias al feriado, alcanzando por primera vez las 11 noches consecutivas. A pesar de las tormentas pronosticadas para el lunes, el clima permitió que la celebración transcurriera sin reprogramaciones, alejando el mito de la «maldición gitana» que solía asociarse al encuentro.
Lydia del Grosso, presidenta de la Asociación de Colectividades Extranjeras, señaló que esta edición fue «muy positiva», no solo por la afluencia de público durante los fines de semana, sino también por la gran concurrencia en días laborables.
“Encontramos mucho turismo, especialmente por el fin de semana largo, y logramos mantener un clima festivo y tranquilo durante todos los días”, destacó Del Grosso.
Una fiesta que sigue creciendo
Desde sus inicios en 1985 en el anfiteatro Humberto de Nito, la Fiesta de las Colectividades ha evolucionado hasta convertirse en el evento más convocante de la ciudad. La necesidad de mayor espacio la llevó al Parque Nacional a la Bandera, donde hoy se celebra de forma histórica.
Entre las mejoras realizadas en el predio a lo largo de los años, destacan las reformas estructurales de los años ’90, cuando se instalaron servicios subterráneos de agua y electricidad para adecuarlo a la magnitud del evento.
Cultura, tradición y turismo
La fiesta nació con el propósito de promover la hermandad entre pueblos, difundir culturas y tradiciones, y compartir la experiencia de los inmigrantes y sus descendientes en Rosario. Más allá de los espectáculos y los stands gastronómicos, el evento es un símbolo de inclusión y diversidad.
“Tras un breve descanso, en marzo o abril comenzaremos a trabajar en la edición 2025”, adelantó Del Grosso.
Con esta edición histórica, las Colectividades reafirman su lugar como un emblema cultural y social de la ciudad, atrayendo no solo a rosarinos sino también a turistas de todo el país.