Australia se convierte en el primer país en el mundo en prohibir el uso de redes sociales a menores de 16 años. La medida, impulsada por el primer ministro Anthony Albanese, busca reducir el impacto negativo de estas plataformas en la salud mental de los jóvenes, aunque ha generado opiniones encontradas.
Puntos clave de la normativa
La ley exige a las empresas de redes sociales implementar medidas para bloquear el acceso de menores de 16 años. Además, establece multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos (32 millones de dólares estadounidenses) por incumplimientos.
El Senado recomendó incluir sistemas de verificación de edad con datos biométricos o documentos oficiales, aunque esta propuesta enfrenta críticas por posibles riesgos a la privacidad.
Plataformas afectadas
Redes como Snapchat, TikTok, Instagram y X están incluidas en la restricción. Sin embargo, aplicaciones como YouTube y WhatsApp quedan exentas.
Apoyo y cuestionamientos
La medida tiene el respaldo del 77% de los australianos y de líderes estatales, aunque algunos sugieren rebajar la edad mínima a 14 años. Por otro lado, críticos aseguran que la ley no consultó suficientemente a los jóvenes y podría tener efectos negativos.
El diputado Andrew Wilkie y la legisladora Kylea Tink cuestionaron la eficacia de la medida para responsabilizar a las empresas de redes sociales.
Un modelo que genera debate
Aunque Australia será pionera en aplicar esta restricción, otros países como Francia ya implementaron regulaciones para proteger a menores en redes sociales. La ley australiana entrará en vigor dentro de un año, dejando tiempo para ajustar su implementación y responder a las críticas.