ALERTA EPIDEMIOLÓGICA: Dengue y su riesgo de propagación

ALERTA EPIDEMIOLÓGICA: Dengue y su riesgo de propagación


En comparación con los últimos años epidémicos, durante 2024 se registra la mayor magnitud del
brote de dengue
y una inusual persistencia de casos durante la temporada fría el año pasado. Incluso se ha notado un incremento de la intensidad de los síntomas del dengue.

El riesgo de propagación se incrementó debido al Fenómeno El Niño y al cambio climático, que se
observa en el aumento de temperatura y recurrentes inundaciones. Además se ha evidenciado
la presencia de mosquitos Aedes aegypti en zonas geográficas del país donde antes no se encontraba.

Se ha confirmado que el mosquito nace sin dengue, es un mosquito urbano, se cría dentro de las casas o sus patios y se mueve en una zona muy chiquita. La única forma de combatir el dengue es combatiendo al vector, lo que lleva el virus, la enfermedad.

Es importante aclarar que con un milímetro de agua las larvas tienen posibilidad de desarrollarse.

Una reciente investigación de especialistas de CONICET publicada en la revista Insects, reveló que las larvas del mosquito transmisor del dengue son capaces de “respirar” bajo el agua. El estudio aporta información útil para mejorar el diseño de estrategias destinadas a interferir con la proliferación de ese insecto, que también transmite los virus del Zika y del chikunguña.

Huevos de Aedes Aegypti

Estategias de control

  • Descacharrización: una de las principales medidas de protección para evitar la proliferación de los mosquitos es tratar de evitar tener lugares que acumulen agua en el entorno porque se crían en recipientes artificiales (latas, baldes, cacharros, lonas y otros elementos).
  • Desinfección: Otra forma fácil y al alcance de todos es controlar la proliferación en rejillas: es fundamental para la prevención tirar agua hervida cada un mes para eliminar larvas.
  • Vestimenta adecuada: la ropa es la principal barrera física. Debemos evitar andar en ojotas y con las extremidades expuestas.
  • Barrera química: el repelente tiene un horario, la mayoría dura 4 o 6 horas, los que tienen mayor concentración de DEET tienen como máximo 12 h de protección. Sin embargo, si transpirás, hacés alguna actividad física, o te mojás debés reponer inmediatamente.
  • Uso de insecticidas: fumigar es muy importante para controlar y reducir la cantidad de mosquitos que pueden propagar virus. Cuando hay casos en el edificio, la escuela, la cuadra es fundamental realizar dicha tarea.
Larvas de Aedes Aegypti

Cuando un mosquito que no está infectado pica a una persona con dengue puede contagiar a quienes conviven con esa persona, de ahí la importancia del uso de repelente.

La importancia de la vacuna

Nos encontramos en una situación de brote epidémico de dengue muy importante en Argentina y hay que tomar la vacuna como una herramienta más dentro de una estrategia integrada contra esta enfermedad. 

El riesgo mayor se da cuando alguien que se ha contagiado de dengue previamente es picado nuevamente por un mosquito de diferente serotipo.

Actualmente existen dos vacunas contra el dengue. La CYD-TDV (Dengvaxia, del laboratorio Sanofi Pasteur) y TAK-003 (Qdenga, del laboratorio Takeda) la más reciente y disponible, que fue aprobada en abril de 2023. Está destinada a mayores de 4 años que hayan cursado o no la infección por dengue. Ambas están actualmente autorizadas para su uso en Argentina y varios países del mundo y son vacunas con virus vivos atenuados y tetravalentes.

Varios expertos concluyen en que las personas que ya tienen el virus del dengue, son las que están en mayor riesgo de volver a ser picadas por otro mosquito que contenga otro de los 3 serotipos que tiene la enfermedad, y con ello, padecer un dengue hemorrágico o grave.

Dado que es muy dificil saber qué serotipo ha inoculado a una persona, incluso hay muchas personas que cursaron la enfermedad en forma asintomática, la aplicación de la vacuna es fundamental ya que previene de una enfermedad grave de las 4 cepas distintas. Además, la inmunidad dura hasta cuatro años y medio.


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