Una gloria eterna en el Gigante de Arroyito. El fútbol argentino está de luto. Rosario Central ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas, Omar «El Negro» Palma, quien falleció a los 66 años. El exjugador se encontraba internado desde el pasado lunes 30 de septiembre en el Hospital Italiano de Rosario, tras sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico en su hogar en Ibarlucea. La noticia de su muerte ha sacudido a la ciudad y al club de Arroyito, que rinden homenaje a uno de sus máximos ídolos deportivos.
El velorio de Palma se llevará a cabo en el estadio Gigante de Arroyito, donde los hinchas canallas podrán despedir a su leyenda. Si bien aún no se confirmó el horario exacto, se espera que las puertas del estadio se abran por la tarde para permitir que la multitud le dé el último adiós al «Negro», un ídolo insustituible.
Omar Palma: El alma de Rosario Central
Omar Arnaldo Palma nació el 12 de abril de 1958 en Campo Largo, Chaco, y desde joven destacó por su talento y visión en la cancha. A los 10 años, su familia se trasladó a Rosario, donde comenzó su relación con el club que lo convertiría en leyenda. Palma debutó en la Primera División en 1979 y, a lo largo de su carrera, se consolidó como el jugador más ganador en la historia de Central. Entre sus logros más destacados figuran tres campeonatos en Primera División: el Nacional 1980, el Torneo 1986/87, y la Copa Conmebol de 1995, además del ascenso a la máxima categoría en 1985.
Palma disputó un total de 390 partidos con la camiseta auriazul y anotó 64 goles, lo que lo posiciona como el tercer jugador con más presencias en la historia del club. Su capacidad técnica, su visión de juego y su liderazgo lo convirtieron en el referente del equipo y en una figura inmortal en la historia de Rosario Central.
Un minuto de silencio y respeto canalla
El martes por la mañana, el plantel profesional de Rosario Central rindió homenaje al «Negro» Palma con un emotivo minuto de silencio en el Gigante de Arroyito. En la cancha donde Palma forjó su leyenda, los jugadores y cuerpo técnico se unieron en un sentido tributo para recordar a su ídolo.
El legado de un crack inolvidable
Palma fue mucho más que un número 10. Su visión de juego, su capacidad para ejecutar tiros libres y su habilidad para leer el partido lo convirtieron en un referente en cada club por el que pasó. Jugó en tres ciclos distintos en Rosario Central, además de tener breves pero recordados pasos por Colón de Santa Fe, River Plate y los Tiburones Rojos de Veracruz. En River, Palma dejó una huella imborrable, sobre todo por un gol en un memorable superclásico ante Boca Juniors.
El Negro no solo brilló en Argentina, sino que también deslumbró a rivales de la talla del Real Madrid durante su etapa en México. Su regreso a Rosario Central en 1992 marcó los últimos años de su carrera como futbolista, pero aún tenía tiempo para sumar otro título más a su impresionante palmarés: la Copa Conmebol de 1995, el primer título internacional en la historia del club.
Una despedida con el corazón roto
Omar Palma se retiró del fútbol en 1998, a los 40 años, tras haber defendido los colores de Rosario Central en casi 400 partidos. A pesar de su retiro, su influencia en el club nunca desapareció. Su legado como jugador es lo que lo convierte en una leyenda incomparable.
Hoy, Rosario Central y el fútbol argentino despiden a un ídolo. Un futbolista que entendía el juego como pocos, que hacía mejor a sus compañeros y que supo entregar su talento hasta el último minuto de su carrera. El vacío que deja en el club y en el corazón de los hinchas será imposible de llenar.
Conclusión: El adiós a una leyenda
La partida de Omar «Negro» Palma representa la pérdida de uno de los jugadores más importantes en la historia de Rosario Central. Sus logros en la cancha y su entrega al club lo han inmortalizado como una leyenda canalla. El fútbol, una vez más, llora la partida de uno de los suyos, pero su legado vivirá por siempre en el Gigante de Arroyito y en los corazones de los hinchas auriazules.
